El Milagro de los Corporales de Daroca
Un milagro que ocurrió en el marco de la reconquista, concretamente según dice la leyenda en el año 1239. Desde entonces, ha atraído a muchos peregrinos hasta Daroca desde la edad media para contemplar la reliquia y asistir a las liturgias.
El milagro, Los Corporales y El Corpus
El milagro no sucedió en Daroca. Según la tradición, en un momento clave de la batalla contra el ejército musulmán por defender la ciudad valenciana de Luchente. Al ir a oficiar una misa en el Castillo del Xio, el enemigo atacó dando el tiempo justo al sacerdote de ocultar las seis hostias que iban a recibir los capitanes de las tropas de Calatayud, Daroca y Teruel, para evitar que cayeran en manos del enemigo y fueran profanadas. Contra todo pronóstico ganaron la batalla, pero la sorpresa fue que al ir a recuperar las hostias (Los Corporales) se descubrió que estaban empapados en sangre. Lo cual se interpretó como un milagro.
Tras este suceso, los capitanes tuvieron que decidir a qué población retornaría el paño con los restos de sangre. Hasta en tres ocasiones que se echó a suerte le tocó recibir la reliquia al pueblo de Daroca. Finalmente decidieron poner la reliquia en una mula para que ella misma decidiera el destino, y finalmente llegó exhausta a Daroca donde cayó muerta.
Los Corporales se exponen en las fiestas del corpus, que además son las fiestas mayores de Daroca. Desde hace muchos siglos se ha venido celebrando este hecho con la exposición de los Corporales y las liturgias. Dado el alto número de personas que se congregaban en estas fechas, empezaron a celebrarse mercados de ganado y cada vez se incorporaban más elementos festivos que han ido cambiando con el tiempo. En los últimos años, tenemos como ejemplo ‘La Carrera de Ruejos’.
La Carrera de Ruejos
La Carrera de Ruejos, es un divertido evento que se une ha unido a esta festividad recientemente, en el año 2018 se celebró la primera edición. Consiste en que los participantes empujan ruedas de tractor decoradas como los antiguos ruejos, como se conoce en esta zona a las piedras de molino, hasta la meta. La primera edición ha tenido una buena acogida y la intención es repetirlo cada año.
En este caso también se está rememorando un hecho importante del pasado: En el año 1575, cuando unas inundaciones estaban subiendo el nivel del agua dentro del pueblo, lanzaron una rueda de molino que consiguió romper las puertas de la ciudad aliviando el peligro.