La Endiablada
La Fiesta de la Endiablada se celebra a primeros de febrero en Almonacid del Marquesado en honor a la Virgen de la Candelaria y San Blas, donde cientos de diablos ataviados con trajes coloridos y grandes cencerros colgados a la espalda, recorren las calles del pueblo acompañados de "las danzantas", sacando en procesión a los santos con saltos y danzas.
Esta fiesta es una de las tradiciones más antiguas de Castilla La Mancha y está declarada Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico Nacional, por su rico patrimonio vivo que ha permanecido inalterable a lo largo del tiempo.
Durante siglos, los habitantes de Almonacid del Marquesado han mantenido viva la tradición, pasando de generación en generación, con una leyenda que explica el porqué de estos diablos.
La leyenda detrás de los diablos de Almonacid
La tradición oral ha trasmitido dos teorías acerca del origen de esta celebración conquense, según se refiera a La Candelaria o a San Blas.
La teoría de la Candelaria refiere que la Virgen sentía vergüenza por tener que presentar al niño Jesús en el templo, ya que no se le conocía varón que pudiera ser el padre. Y por ello los diablos hacían su aparición atrayendo la atención de las gentes y librando así a la Virgen de las miradas maliciosas de los demás.
La teoría de San Blas afirma que unos pastores encontraron la imagen del santo enterrada en el paraje de "Los Manajares" y causando eso una disputa con el municipio vecino de la Puebla de Almenara. Se dice que el santo resolvió la disputa en favor de Almonacid, y la alegría de los pastores se tradujo en el sonido de los cencerros de su ganado que colgaron a sus espaldas para celebrarlo. Para lavar la cara del santo usaron lo que tenían a mano: aguardiente. Y esto se repite aún en la actualidad.
Curiosidades de la endiablada
La fiesta de la Endiablada tiene un gran valor representativo y simbólico y cuenta con muchas curiosidades. Te contamos algunas de ellas, aunque si realmente quieres conocerla, lo mejor es vivirla en su máximo esplendor.
- Para ser diablo en esta fiesta, hay que pertenecer a la Hermandad de Los Diablos, solo abierta a los habitantes de Almonacid, sus descendientes o aquellos que se hayan casado con una mujer almonaceña. Los forasteros solo podrán contemplar a los diablos.
- Podemos encontrar, como diablos, desde niños de corta edad hasta ancianos octogenarios.
- Solo se nombra a un diablo mayor, que lo será vitaliciamente.
- Las danzantas son mujeres, aunque no siempre fue así. Hasta los años 80 eran hombres. Actualmente el cuerpo de danza está compuesto por 8 danzantas, la palillera y la alcaldesa de la danza. Desde 2012 la danza es puramente femenina.
- Los diablos también bailan, pero con mucha menos variedad que las danzantas, con música de tambor y dulzaina.