La Contradanza de Cetina
Una fiesta de origen pagana adaptada a la tradición religiosa en honor a San Juan Lorenzo, nacido en la localidad en el siglo XIV. Es un baile donde se representa la lucha del bien y del mal. El eje es el personaje del demonio que danza y dirige a los contradanceros para formar las 'mudanzas', que son cuadros plásticos o figuras representativas hechas con los contradanceros.
Los contradanceros son ocho. Cuatro vestidos de blanco con detalles en negro, y otros cuatro, al contrario, de negro con detalles en blanco. La vestimenta es sin duda uno de los atractivos de esta danza.
El diablo siempre corona las figuras, las hay de tipo laico (Los arcos, los estribos, los banquillos, la fuente, el surtidor), mitológico (el dios de las aguas), y religiosos (San Juan Lorenzo, la Virgen de Atocha, San Pascual, la Purísima, el Calvario, la Resurrección, San Miguel), pero no representa al demonio como entidad maligna, sino a un ser inquieto que trata de engañar a los contradanceros. Sólo se representa al demonio en el marco de San Miguel, y es por parte de un contradancero que muere a manos del diablo que en este caso representa a San Miguel.
La fiesta está declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial. Se celebra desde los años veinte del siglo XX, y no se sabe con certeza sus orígenes, que se atribuyen a cultos celtíberos de fertilidad, danzas de plenilunio que se realizaban entorno a fogatas a la luz de la luna a las puertas de las casas.