Fiestas Patronales de San Roque y Encierros de Blanca
En qué consisten las Fiestas Patronales de Blanca y sus encierros
Los encierros se celebran en la localidad murciana de Blanca con motivo de sus fiestas patronales en honor a San Roque de agosto, en las que el aspecto taurino tiene una gran importancia.
Los encierros tienen lugar por las calles de la localidad y su recorrido cuenta con unos 800 metros, con una llegada a la plaza del Ayuntamiento, donde se encuentra la plaza de toros portátil en la que se incluye un corral donde permanecen los astados hasta su lidia.
Además de festejos taurinos se realizan otro tipo de actividades: conciertos, concursos de recortadores, aperitivos taurinos, procesiones, rutas senderistas, descenso del río Segura o rutas de la tapa.
Origen e Historia
Los encierros de Blanca datan del 1658 aunque anteriormente a esta fecha, en 1591 ya se celebraban festejos taurinos, cuando el rey Felipe II, otorgó a la localidad el privilegio de Villazgo previo pago de 2.400 reales.
Desde sus comienzos se realizaban los encierros con vacas, aunque en 1933 fueron sustituidas por novillos.
Desde sus orígenes, estos festejos se han celebrado ininterrumpidamente todos los años con las excepciones del año 1963, cuando no se pudo celebrar el día marcado debido a la falta de cabestros, y durante la pandemia, en 2020 y 2021, que fueron suspendidos por motivos sanitarios.
Curiosidades de la fiesta
Los encierros de Blanca son unos de los más antiguos de la Región y están declarados de Interés Turístico Regional desde el año 1990.
Qué ver en Blanca
Enclavada en el Valle de Ricote, la localidad blanqueña se encuentra en un privilegiado entorno natural, rodeada de montañas y arropada por el cauce del río Segura, lo que la convierte en el paraíso del turismo saludable para toda la familia y la práctica deportiva.
Entre sus principales atractivos se encuentra el piragüismo, el rafting, así como las rutas senderistas a pie o en bicicleta, unas actividades en la que se combina el turismo activo con el deporte y que promueven que pasen miles de personas por el municipio disfrutar del ocio en este espectacular espacio natural.
Blanca además constituye todo un referente cultural en la Región de Murcia, ya que cuenta con la Fundación Pedro Cano, de relevancia artística internacional, puesto que se dedica a exponer y divulgar la obra de Pedro Cano recientemente galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que otorga el Ministerio de Cultura de España y la Medalla de Oro de la Villa de Blanca.
Entre los restos históricos del municipio, destaca el castillo coronando la villa, construido en el s. XII por los musulmanes. Es accesible desde el casco antiguo de la población, donde el viajero podrá conocer la estructura de la antigua villa medieval.
Destacan también, entre sus edificaciones, la Iglesia de San Juan Evangelista, del s. XVI; la Ermita de San Roque de estilo barroco; la casa La Favorita, construida en estilo ecléctico durante el s. XIX; la casa del Conde, fiel muestra del neoclasicismo del XIX y, por último, el Teatro Victoria.
Qué comer en Blanca
La gastronomía del municipio de Blanca cuenta con una gran variedad de platos que van desde los guisos más sencillos a los más elaborados como las gachas en casi la totalidad de variedades, pasando por entrantes de hortalizas típicas de la huerta de Murcia o su deliciosa variedad de postres y frutas.
Gachasmigas, las gachas tortilleras y asado de cordero son los platos más representativos de Blanca, junto con el atascaburras, el encebollado, el empedrao en sartén, las alubias con orejones, la picantosa, el conejo al ajo cabañil y el zarangollo.
Plato a plato:
- Gachasmigas: Elaborado con harina, aceite de oliva, ajos, pimiento rojo, panceta y especias. Su consistencia y sabor únicos, acompañados de trozos de uva y aceitunas, hacen de las gachasmigas un plato auténtico y sabroso.
- Atascaburras: una deliciosa especialidad murciana, es un plato tradicional hecho con patatas, bacalao desmigado, ajo y aceite de oliva. Su textura cremosa y sabor intenso lo convierten en un verdadero deleite para los amantes de la gastronomía regional.
- Gachas Tortilleras: plato tradicional de Murcia, combinan lo mejor de las gachas y la tortilla española. Preparadas con harina de trigo, agua, aceite de oliva, ajos y especias, se mezclan con huevos batidos para formar una tortilla esponjosa y sabrosa. Este plato rústico y reconfortante es una exquisitez que refleja la tradición gastronómica.
- Encebollado: deliciosa preparación de pescado en salsa de cebolla. Se utiliza principalmente el mújol, un pescado de la zona, que se cocina lentamente con cebolla, tomate, ajo, aceite de oliva y especias.
- Empedrao en sartén: Es un plato elaborado con arroz, alubias, bacalao desmigado, pimientos, tomate y ajo, cocinado en una sartén. Es un plato reconfortante y sustancioso que combina los sabores y texturas de los ingredientes de forma armoniosa.
- Alubias con orejones: Este plato consiste en alubias cocidas con orejones, que son albaricoques secos. La combinación de las alubias tiernas y los orejones añade un contraste de dulzor y texturas interesantes, creando una experiencia gastronómica única.
- Picantosa: Se trata de una morcilla murciana picante, elaborada con sangre de cerdo, arroz, especias y pimentón. Es un embutido sabroso y con un toque de picante que se puede disfrutar tanto solo como en guisos y platos tradicionales.
- Conejo al ajo cabañil: Es un plato tradicional murciano que consiste en conejo cocinado en una salsa a base de ajos, aceite de oliva, pimentón y vino blanco. El resultado es una carne tierna y aromática con un sabor característico.
- Zarangollo: Es una receta típica de Murcia que combina calabacín, cebolla y huevo, todo salteado en aceite de oliva. El zarangollo es un plato sencillo pero delicioso, ideal para disfrutar de la frescura y suavidad de los vegetales de la región.
En el apartado de la repostería, la gama de dulces típicos es amplia, siendo destacables los mantecados manchegos y de almendra, los cordiales de almendra, los crespillos y los distintos tipos de torta, ya sea de pringue, escaldada o de naranja.