Fiestas del Santísimo Cristo de la Vera Cruz en Cózar
Cómo festeja Cózar sus fiestas patronales
Las Fiestas Patronales en honor al Santísimo Cristo de la Vera Cruz, se celebran desde la víspera del día 14 de septiembre, día del Patrón, y se prolongan durante cinco días en la población de Cózar.
Dentro de las actividades que el visitante puede disfrutar, destacan la Quema de Toro de Fuego y carretillas buscapiés, así como el Juego de las Tacillas y los actos que rodean su puesta en marcha, como son la puja por las mismas y presentación a los asistentes.
Además, el visitante podrá disfrutar de fuegos artificiales, torneos y la música que no faltará en las verbenas que ocurrirán cada día.
Los actos religiosos estarán siempre muy presentes, pues la figura del Cristo de la Vera Cruz es muy querida y está muy arraigada por todos los habitantes del municipio de Cózar.
El Cristo de la Vera Cruz saldrá en procesión con el fervor popular el día 14 de septiembre. Y tampoco faltarán las misas, ese mismo día.
Toro de Fuego
Es un armazón o estructura que representa la figura de un toro, y que porta una persona que va en su interior. Dicha estructura está rodeada de fuegos artificiales y elementos pirotécnicos.
Los fuegos artificiales se prenden y el toro empieza a correr entre los asistentes que tratan de evitar las carretillas o buscapiés que son fuegos artificiales que salen disparados por los laterales del toro y pueden llegar a impactar a los que están cerca y corren acompañando al Toro de Fuego.
El toro va recorriendo las calles del pueblo lanzando sus fuegos artificiales acompañado por las gentes que corren a su lado.
Esta tradición es recreada en las fiestas patronales de otros municipios españoles.
El juego de Las Tacillas
Una tradición que todavía hoy perdura y de la que se tienen registros desde el siglo XIV. Y posiblemente sea más antigua aún. Ha pasado de generación en generación.
Es un juego de azar, en el que se puede ganar (y perder) dinero apostando.
Es conocido y querido en la comarca del Campo de Montiel, así también se juega en la población de Villapalacios (que se encuentra a 50km de Cózar) y se conoce como El Juego de la Taza.
¿Cómo son Las Tacillas?
Las Tacillas están construidas en cemento. Se delimita una forma ovalada con ladrillos y se rellenan con cemento. con unas dimensiones de 2'20 metros de largo y 1'30 de ancho, y aproximadamente 25 centímetros de profundidad.
Cerca de un extremo existirán tres orificios, que es donde acabarán las bolas tras ser liberadas: uno central, llamado ‘La Cazuelilla’ o ‘La Taza’ de unos 12cm de diámetro, y dos alargadas a su lado, de 14 centímetros de largo y 2 centímetros de ancho llamadas ‘Las Rendijas’.
Su vista transversal sería parecida a la de un huevo cortado por la mitad. La forma cóncava tiene como finalidad que al soltar las bolas acaben en los orificios por acción de la gravedad.
Existen ocho bolas. Hechas de barro cocido, de unos 18 milímetros de diámetro. Las encargadas de rodar por La Tacilla.
Las Tacillas pertenecen a la Hermandad del Santo Cristo de la Veracruz. Actualmente existen dos juegos de la Tacilla en Cózar, tras la ermita del Cristo de Vera Cruz.
La Puja por Las Tacillas
En Cózar, en la víspera día del Cristo de la Vera Cruz, cercana la media noche se puja en la iglesia del pueblo por las Tacillas.
De esta manera el vecino del pueblo que más dinero ofrezca será el encargado de gestionar el juego durante las fiestas patronales (conocido como el tacillero), y será el encargado de que el juego discurra correctamente.
En las últimas ediciones el precio por ser el encargado de Las Tacillas ha superado los 10.000 euros.
Este gasto posteriormente se supone será compensado cuando en el transcurso del juego los jugadores que ganen, es tradición que donen generosas propinas al encargado de Las Tacillas.
¿Cómo se juega a Las Tacillas?
Cuando a un jugador le llega su turno, ocupa una banqueta, que está en un extremo del óvalo. En el otro extremo, recordemos están los orificios de la Taza y las Rendijas.
El jugador decide la cantidad de dinero que se va a jugar y la deposita en el óvalo de juego. Sin que exista límite mínimo ni máximo en la apuesta.
El resto de jugadores que participan en el juego y rodean La Tacilla, aportarán entre todos la misma cantidad apostada por el que va alanzar, poniéndose de acuerdo con qué cantidad aporta cada uno y con la supervisión del tacillero. A esto se le llama ‘casar’.
Hay que recordar que está prohibido enfadarse, todos deben de cumplir las normas y respetarlas.
Una vez ‘casadas’ las cantidades, el tacillero (el encargado de la tacilla), entrega las bolas al jugador, éste las sujeta contra el suelo y las deja libres. Las bolas tras rodar acabarán repartidas entre las rendijas y la cazuela, y su número determinará quien gana:
Si el número de bolas que queda en la Cazoleta / Cazuela es PAR. Se grita ‘PARES’. Gana el jugador sentado dentro. El tacillero recoge todo el dinero y se lo entrega. Cómo resultado PAR se incluye además que no haya ninguna bola en la cazoleta (todas estarían en las rendijas) o que todas (las ocho) hayan acabado en la Cazoleta, a lo que se gritará ‘REALES’
Si el número de bolas queda en la Cazoleta / Cazuela es IMPAR. El tacillero gritará ‘NONES’ y los jugadores de fuera podrán recoger su parte más la parte proporcional de lo apostado por el jugador que soltó las bolas.
El jugador puede retirarse (levantarse) cuando quiera, pero si decide quedarse tras ganar, no debe tomar el dinero de la anterior apuesta, y debe ser esta cantidad la del siguiente juego.
Es obligatorio que el jugador entregue propina al tacillero cuando se levante, normalmente en proporción a la ganancia obtenida. Si pierde, no está obligado, pero también puede hacerlo, dando buen ejemplo de saber perder a todos los asistentes.